Este libro está dividido en dos partes: la primera llamada "Narraciones", es un conjunto de cuentos y la segunda "Juegos de imágenes ", consta de varias descripciones más sencillas.
A este material se le puede considerar desde diferentes puntos de vista .El más superficial nos muestra una serie de relatos breves con final feliz. Estos tienen el carácter liviano de los borradores que se realizan como práctica y sólo a modo de "divertimiento". Según esa apreciación, se trata d esimples ejercicios literarios.
Otro enfoque revela a esta obra, como una serie de prácticas psicológicas apoyadas en formas literarias. Esto queda mejor aclarado en las notas ampliatorias y los comentarios que se insertan al final del libro.
Conocemos narraciones e todo tipo, escritas en primera persona . Esa "primera persona", habitualmente no es la del lector sino la del autor.
En este libro, Silo corrige tan antigua descortesía, haciendo que la ambientación de cada cuento sirva como enmarque, para que el lector llene la escena con él mismo y sus propias ocurrencias.
Debe anotarse que en toda pieza literaria, el lector puede indentificarse más o menos plenamente con los personajes pero reconociendo, en el momento o posteriormente, diferencias entre el actor que aparece incluido en la obra y el observador que está "afuera" de la producción y no es otro que él mismo. En este libro ocurre lo contrario ; el personaje es el observador, agente y paciente de acciones y emociones.
Resulten o no de nuestro agrado estas Experiencias, habremos de reconocer, cuando menos, que estamos en presencia de una novedosa iniciativa literaria y que eso, indudablemente, no ocurre todos los días.
A este material se le puede considerar desde diferentes puntos de vista .El más superficial nos muestra una serie de relatos breves con final feliz. Estos tienen el carácter liviano de los borradores que se realizan como práctica y sólo a modo de "divertimiento". Según esa apreciación, se trata d esimples ejercicios literarios.
Otro enfoque revela a esta obra, como una serie de prácticas psicológicas apoyadas en formas literarias. Esto queda mejor aclarado en las notas ampliatorias y los comentarios que se insertan al final del libro.
Conocemos narraciones e todo tipo, escritas en primera persona . Esa "primera persona", habitualmente no es la del lector sino la del autor.
En este libro, Silo corrige tan antigua descortesía, haciendo que la ambientación de cada cuento sirva como enmarque, para que el lector llene la escena con él mismo y sus propias ocurrencias.
Debe anotarse que en toda pieza literaria, el lector puede indentificarse más o menos plenamente con los personajes pero reconociendo, en el momento o posteriormente, diferencias entre el actor que aparece incluido en la obra y el observador que está "afuera" de la producción y no es otro que él mismo. En este libro ocurre lo contrario ; el personaje es el observador, agente y paciente de acciones y emociones.
Resulten o no de nuestro agrado estas Experiencias, habremos de reconocer, cuando menos, que estamos en presencia de una novedosa iniciativa literaria y que eso, indudablemente, no ocurre todos los días.
Mario Luis Rodríguez Cobos, Silo, nació en Mendoza, Argentina, el 6 de enero de 1938.
Por su aporte conocido como Nuevo Humanismo o Humanismo Universalista, en 1993 la Academia de Ciencias de Moscú lo distinguió con el Doctorado Honoris Causa.
Actualmente Silo es reconocido también como uno de los principales referentes de la lucha por el cambio personal y social mediante la No Violencia Activa. En varios puntos del planeta se le comienza a considerar como un guía espiritual, porque su Mensaje conecta con esa profunda religiosidad que ha inspirado a lo largo de la Historia los ideales más altos y las búsquedas más profundas, compartidas tanto por creyentes como por agnósticos o ateos.