EL FALSIFICADOR

Después de pasar cinco años como investigador en el Archivo General de la Nación, Abundino Lozoya es probablemente el historiador que mejor conoce la memoria documental relacionada cobn la época de Santa Anna y la guerra con Estados Unidos pero esto sólo él lo sabe. Dotado de una gran habilidad para la falsificación, y con los conocimientos técnicos e históricos necesarios: frustrado y resentido por la falta de reconocimiento y estancamiento profesional, deciende que su oportunidad para "trascender" radica en fabricar un documento apócrifo que cambie el curso de la Historia.
Este proyecto, que Abundio comienza a delinear en una plática de borrachos con su amigo Jorge Espejel, y que da origen a una puesta entre ambos, teminará tomando un derrotero muy distinto al que ellos imaginaban; y sus consecuencias irán mucho más allá del simplEmente pagar o cobrar la apuesta.
Juan O. Schietekat retrata en esta, su segunda novela, la frustración que la falta de oportunidades ha creado en las generaciones hijas de las crisis, en contraposición con una clase poítica anquilosada que se afana en conservar sus privilegios. Así, la esperanza del mentado cambio juega un papel fundamental en el desarrollo de esta narración entre policíaca y de ministerio, que de paso nos revela algo del poco conocido mundo de la falsificación y los falisificadores.
Al final, el lector se topará con una realidad cotidiana: en este país nadie está pr encima de la ley, excepto los que pueden estarlo.