Ernst Cassirer (28 de julio de 1874, Breslau—13 de abril de 1945, Nueva York) fue un filósofo de origen alemán, ciudadano sueco desde 1939. Fue conocido por su obra Filosofía de las formas simbólicas del campo de la filosofía de la cultura. También realizó contribuciones a la epistemología, a la filosofía de la ciencia y a la historia de la filosofía.
Cassirer, hijo del comerciante judío alemán Eduard Cassirer, pertenenece a una de las generaciones más brillantes del pensamiento europeo. En 1892 empezó a estudiar derecho, pero pronto pasó a estudiar literatura alemana y filosofía en la Universidad de Berlín. A partir de 1896 se cambió a la Universidad de Marburgo, donde se adscribió al neokantismo. En 1899 se doctoró bajo la tutela de Paul Natorp con un trabajo sobre Descartes titulado Kritik der mathematischen und naturwissenschaftlichen Erkenntnis.
En 1902 se casó con su prima Toni Bony, con la que tuvo tres hijos. Su trabajo sobre el sistema de Leibniz fue premiado dos veces pero en muchas universidades no fue aceptado como Habilitation (máximo grado académico que se puede lograr en muchos países europeos). En 1906 alcanzó este grado en Berlín con su estudio sobre el problema del conocimiento: Das Erkenntnisproblem in der Philosophie und Wissenschaft der neueren Zeit. Durante los siguientes 13 años fue profesor en Berlín y asentó las bases de su teoría del conocimiento.
Tuvo que exiliarse con la llegada de Hitler. Entre 1933 y 1935 trabajó como profesor en la universidad de Oxford, y entre 1935 y 1941 pasó a la universidad de Goteborg en Suecia, aprovechando la neutralidad de ese país en la guerra. Mientras la guerra se desarrollaba, consideró con buen criterio que Suecia dejaba de ser un refugio seguro, y se exilió en los Estados Unidos. Fue rechazado por la universidad de Harvard, pero al fin pudo trabajar en Yale entre 1941 y 1943, y en la Universidad de Columbia, en Nueva York, desde 1943 hasta el ataque cardiaco letal en ese campus.
Colaboró en la famosa edición kantiana a principios de siglo, cuya introducción se ha convertido en una referencia. Luego se centró en dos momentos fundamentales de la civilización europea, el Renacimiento y la Ilustración, con dos monografías que son clásicas, y colaboró con el Instituo Warburg. Tuvo una polémica pública, en Davos, con Heidegger (la familia de éste no dejó que se publicase la controversia). Para Cassirer, el hombre es un animal simbólico que utiliza símbolos para configurar el mundo cultural. En este sistema de símbolos es donde se manifiesta el espíritu humano expresándose en el lenguaje, el mito, la religión y la ciencia. En Cassirer la Crítica de la razón (que ya había realizado Kant) se convierte en una Crítica de la cultura.
Su obra, revaluada con la generación estructuralista, ha sido objeto otra vez de muchos comentarios y ediciones a finales del siglo XX. Es una de las más importantes contribuciones a la historia de las ideas, en donde además da plena entrada al lenguaje, al mito y a la ciencia moderna y contemporánea como vehículos decisivos de la cultura.
Ediciones en español de su obra:
El problema del conocimiento en la filosofía y en la ciencia modernas, México, FCE, 1979, 4 vols.
Filosofía de las formas simbólicas, México, FCE, 1979, 3 vols.
La filosofía de la Ilustración, Madrid, FCE, 1993.
Kant, vida y doctrina, Madrid, FCE, 1993.
Esencia y efecto del concepto de símbolo, México, FCE, 1975.
Rousseau, Kant, Goethe: filosofía y cultura en la Europa del siglo de las luces, Madrid, FCE, 2007.
Las ciencias de la cultura, México, FCE, 1972.
Antropología filosófica, Madrid, FCE, 1983.
El mito del Estado, México, FCE, 1993.